Los que me conocen saben que toda mi vida he sido «animal de monte». En el campo es donde más a gusto me siento y donde disfruto de los pequeños placeres de la vida, oliendo a hierba, escuchando a los pájaros o simplemente mirando el paisaje que me rodea.
Desde que tuve el accidente poco a poco he ido volviendo al campo pero la mayoría de las veces ha sido con ayuda de amigos y familiares, sin embargo ayer tuve de nuevo la sensación de autonomía y libertad que hace tanto tiempo que no tenía gracias a este nuevo juguete que ha caído en mis manos.

Hacía tiempo que Izaskun me daba la lata con que me hiciera con un Batec. Me hacía chantaje diciendo que así ella también podría disfrutar de un paseo sin tener que estar empujando silla y por fin le hice caso. Ayer lo estuvimo probando y la experiencia fue INCREIBLE. Volver a pasear sin tener que estar pendiente del suelo, si había o no piedras, si la hierba era alta o de si había cuestas fue algo que no recordaba.
Sentirme libre en plena naturaleza después de 9 años ¡¡¡Qué sensación!!!