Cada vez que vuelvo a Cantabria es como volver a casa, siempre me encuentro con amigos con los que compartir buenos ratos, un lugar donde se come bien, se bebe bien y se vive mejor.
Por más que visite nuevos lugares o repita algunos, me sigue encantando JJJ
Esta vez visitamos Cantabria con Asier y Diana, agencias de viajes, Zuriñe con su perro guía, Jana, nuestra cicerone y nosotros. Un grupo pequeño, pero muy bien avenido, con los que pasamos unos días maravillosos.

Empezamos dando un paseo en barco por la bahía de Santander, con Santander Bahía Tours. El paseo es muy bonito y te haces una idea de lo que es Santander, sus playas, sus edificios antiguos y gran parte de lo que esta preciosa ciudad nos puede ofrecer. El acceso al barco se hace mediante rampa con muchiiiiisima pendiente y con ayuda para saltar con la silla, ya que no está muy bien preparado. Para sillas eléctricas no es posible este paseo.

Como casi siempre que visitamos esta zona, el tiempo buenísimo y el transporte el mejor, nuestro amigo Alejandro de “Transporte amigo”, que con sus furgonetas adaptadas y con su buen hacer, hizo de los transfer todo un placer.

Después del paseo en barco, visitamos el Museo Marítimo del Cantábrico, donde disfrutamos un montón con su acuario y su exposición. Como era ya una hora buena para comer, aprovechamos el restaurante del museo, que se encuentra en la última planta, con vistas a la bahía para empezar a disfrutar de la cocina cántabra. Comimos muy bien y a un precio muy asequible. Además de que teníamos baño adaptado y todo era accesible.

Por la tarde visitamos el Centro Botín, museo de nueva creación en el centro de Santander, que ha rehabilitado y reformado una zona deprimida de la ciudad, con un gran potencial turístico y mejora de la calidad de vida de los santanderinos.


El Centro situado en el muelle de Santander junto a los jardines de Pereda, es un museo abierto al mar y abierto a todos los ciudadanos, ya que en él se pueden realizar multitud de actividades culturales y es sede de la importante colección artística de la familia Botín. El edificio es una construcción singular del afamado arquitecto Renzo Piano, que os recomendamos visitéis con guía para no perderos detalle. Es accesible para PMR, con baños adaptados y cuenta con muchas ayudas para personas con discapacidad visual y auditiva.

De aquí, cruzando los jardines de Pereda, y a unos 200 metros, visitamos el Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria, un lugar idóneo para visitar con familia y descubrir la historia de nuestros antepasados hasta ahora. Aquí Zuriñe pudo disfrutar de las recreaciones que había de las piezas museísticas y de algunas reales.

Después del museo y tras un paseo por las calles adyacentes, fuimos al hotel Bahía, que nos tocaba a una rodada, a acicalarnos y ponernos guapos para ir a cenar. El Hotel es Accesible y tiene 2 habitaciones adaptadas.



Cenamos en el restaurante La Casetas de Bombas, un edificio histórico del muelle, rehabilitado y convertido en cafetería restaurante accesible. Cenamos de maravilla, de manera distendida y como en las cenas de amigos, sin ganas de levantarnos de la mesa para volver al hotel. El restaurante dispone también de baño adaptado.

Con la vuelta al hotel dimos por terminado el día, un magnífico día.
Escrito por Kity
El viaje continúa en el siguiente enlace: