Cuando nos propusieron visitar una zona vinícola en Alemania pensé, no tendría mucho nuevo que ver, ya que yo soy de La Rioja, aquí hay muchas bodegas y en España muchas otras zonas vinícolas que ya hemos visto, con lo cual no creo que veamos nada nuevo.

Pero la verdad es que sí que me han sorprendido. En este viaje visitamos la zona vinícola de la Ruta Sur del vino del Palatinado, en Renania. Una zona con gran tradición vinícola y de turismo enológico.

Como compañeros de viaje llevábamos a Fran Zuasti de Tododisca,  con Maria su mujer,  y Nuria Azanza de Sixsense Travel con Oldo, su inseparable perro guía. Como podéis ver en las fotos y habréis adivinado, Nuria es una chica ciega y Fran viaja con su silla de ruedas.

Era la primera vez que nos veíamos todos, y enseguida empezamos a congeniar.

Llegamos a St. Martin, nuestro punto base, donde íbamos a estar alojados los tres días siguientes. Volamos directamente a Frankfurt, cada uno desde nuestros distintos lugares de partida, Bilbao, Barcelona y Jerez. En Frankfurt nos estaba esperando un transporte adaptado para llevarnos hasta nuestro punto de destino. A Sant Martin también se puede acceder directamente en tren desde Frankfurt a Landau y luego en bus urbano. Tanto los trenes como los autobuses son accesibles para silla de ruedas ya que o están a cota cero o bien cuentan con rampas y con personal que las instala para que accedamos cómodamente.

Fugoneta adaptada con rampas para personas con problemas de movilidad.
Fugoneta adaptada con rampas para personas con problemas de movilidad.

El viaje en avión lo hicimos con Lufthansa y como siempre, el servicio que recibimos fue muy bueno. Personalmente acostumbro a viajar con compañías de bandera porque me aportan mayor seguridad en mis viajes. Cada escapada es una aventura que no quiero que se vea empañada por un problema en el vuelo. Después de moverme con silla de ruedas he volado dos veces con compañías de vuelo Low Cost y me han puesto problemas así que ya no me la juego y voy a lo seguro.

Mostrador de Lufthansa
Mostrador de Lufthansa

Nos alojamos en el Hotel Consulado del vino, un aparthotel completamente accesible y con cuatro habitaciones adaptadas espectaculares. Una vez que habíamos hecho posesión de nuestras estancias, nos dieron la bienvenida los representantes de turismo de la zona y la directora de Hotel, con una pequeña cata de cava de la zona, que fresquito estaba muy bueno.

Cata de cava de bienvenida
Cata de cava de bienvenida
Baño adaptado en habitación de Hotel Consulado del vino
Baño adaptado en habitación de Hotel Consulado del vino
Ducha adaptada hotel Consulado del Vino
Ducha adaptada hotel Consulado del Vino
Habitación adaptada Hotel Consulado del vino
Habitación adaptada Hotel Consulado del vino

El viaje estaba patrocinado por la Ruta Sur del vino del Palatinado y Turismo de Alemania, por lo que no tenemos más que agradecerles, los  días tan buenos que nos hicieron pasar.

San Martín es un pequeño pueblecito rodeado de Viñas y de zona boscosa, con muchísimo encanto. Paseando por entramado de calles se pueden ver más de 20 bodegas, con sus enotecas y un montón de hoteles y restaurantes, todo muy bien cuidado y muy coqueto, con las casas de colores decoradas con flores en sus ventanas. Que es un destino enoturístico se aprecia símplemente paseando ya que vas encontrando bodegas y enotecas a cada paso, donde pueden probar todos los vinos.

Paseo por las calles de St. Martin
Paseo por las calles de St. Martin

Los pueblos de la zona son todos de casitas bajas, de una o dos alturas, muy cómodos de pasear en silla de ruedas ya que suelen ser llanos y el pavimento es bastante uniforme. Además da la sensación de estar en un cuento de hadas ya que son preciosos.

Me sorprendió la gran cantidad de bodegas que había en todos los pueblos, lo pequeñitas que eran, la gran variedad de vinos que tenían y que estaban en el centro de los mismos. Muy diferente a todo lo que conocíamos, ya que estamos acostumbrados a bodegas mucho más grandes y siempre situadas en el exterior de las ciudades.

Acceso restaurante St. Martiner Castell
Acceso restaurante St. Martiner Castell

Algunas bodegas tenían más de 80 variedades de vino, una barbaridad siendo tan pequeñas.  Los vinos que predominan principalmente son los vinos blancos, aunque no se olvidaban de algunos tintos.

A mi personalmente me gustaban más los blancos, sobre todo el Riesling, el más típico de la zona y que a Nuria le encanto, hasta tal punto que lo pedía en todas las comidas.

La zona tiene una gran cantidad de turismo, sobre todo alemán, francés y holandés. Nosotros no la conocemos mucho aquí en España, pero es un destino diferente que merece también la pena conocer, ya que tiene mucho encanto y la gente es encantadora, mucho más abierta que el resto de Alemania. Renania Palatinado es un destino tan desconocido como sorprendente y en Alemania la llaman popularmente “la Toscana Alemana”.

Enoteca en St. Martin
Enoteca en St. Martin
Cata de vino en bodega de St. Martin
Cata de vino en bodega de St. Martin

 

 

 

 

 

 

Muchas de sus bodegas son accesibles para usuarios de silla de ruedas y tienen actividades y visitas guiadas en las que, además de degustar sus vinos, podréis conocer todos los secretos de estos famosos caldos. La gastronomía merece también una mención especial, y es que los vinos con buena comida siempre sientan mejor. Podréis degustar todas las especializades de la región en su gran variedad de restaurantes. Uno de los que más me gustó, por su forma de castillo es el Castillo de San Martin, en este enlace podréis ver toda la información de contacto y sus condiciones de accesibilidad. Si lo que os apetece es tomar un vino en una agradable terraza, os recomiendo que visitéis la Bodega Schereik. Está ubicada en pleno centro y además de una tienda donde encontraréis todo tipo de vinos y enseres para los amantes del vino, podréis disfrutar de una amplia variedad de vinos en un entorno super agradable. En St. Martín conocimos también a Mercedes, una granadina que se casó con un alemán y llevaba más de 30 años en Alemania. Nos dio mucha alegría conocerla y nos acogió de maravilla en su bodega-enoteca donde también se puede comer, Restaurante vinoteca Aloisiusshof. 

Este viaje no acaba aquí, en breve publicaremos la segunda parte donde os descubriremos palacios, iremos en tren hasta Francia, descubriremos aguas termales y mucho más. CONTINUARÁ… (RUTA SUR DEL VINO DEL PALATINADO EN SILLA DE RUEDAS II )

Escrito por Kity
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