Como todo no pueden ser bodegas y además de beber vino hay que cultivar también el espíritu, visitamos la Villa del rey Ludovico I, de estilo italiano y decorada al estilo Pompeyano, la cual sólo se utilizada en los meses de verano, accesible en silla de ruedas y con unas vistas espectaculares.
En el pueblo de Bad Bergzabern, visitamos las Termas del Palatinado del Sur, un lugar para el relax y el descanso, con piscinas de agua templada y con grúa para poder disfrutarlas.


Al lado de las piscinas podemos dar un paseo por un parque muy chulo, con zonas lúdicas de agua (fría, fría, casi glaciar), que sirve para descansar los brazos de los rodantes y los pies de los andantes.
Desde aquí y a pocos kilómetros, disfrutamos de un paseo en trenecillo turístico de unos 75 minutos, entre Schweigen-Rechtenbach (Alemania) y Wissembourg (Francia), el tren que une a través de una frontera completamente imperceptible, las dos ciudades. El tren es accesible por rampa y permite hace una parada en cada una de las dos ciudades.

En Maikammer, otro pueblito de la zona, villa del inventor del metro plegable, además de visitar otras bodegas y degustar varios de sus vinos, pudimos ver unas piscinas públicas perfectamente adaptadas tanto para personas con discapacidad física, como para personas con discapacidad visual, ya que estaban muy bien señalizadas, tanto de manera visual, como táctil. Con el tiempo tan bueno que nos hizo, aproximadamente 30° todos los días, lo que realmente nos apetecía era meternos en el agua y hacer una larguitos, aunque la pena es que no nos daba tiempo.

Cerca de aquí, visitamos también un jardín botánico de plantas aromáticas, medicinales, picantes y algunos frutales, el jardín “Klostermühle”. El lugar estaba muy chulo y se podía disfrutar con todos los sentidos del lugar, pero para ir en silla de ruedas, tenía unos recorridos un poco complicados, ya que se necesitaba ayuda de tercera persona para hacer el recorrido. El lugar estaba especialmente preparado para personas con discapacidad visual, para el disfrute sensorial del lugar.

En Herxheim, visitamos el museo de la ciudad, dedicado a la prehistoria y al tabaco, ya que esta era una zona donde se producía mucho tabaco en épocas pasadas. En esta visita, pudimos disfrutar de la compañía y bienvenida, que nos dio Matthias Rösch, representante de las personas con discapacidad de la zona, que nos recibió con un café y unos bombones de merengue típicos de allí. Muy buenos por cierto, uuuummnnnn.

El museo es accesible para personas con discapacidad mediante un salva-escaleras y ascensores.
Todos estos pueblos están unidos por autobús urbano accesible, con lo cual no hay problema para recorrerlos.
Para terminar de recorrer la zona, visitamos Landau, la ciudad fortificada y centro de la Ruta Sur del vino del Palatinado.


Aquí pudimos ver un pequeño Zoo, en el cual pudimos interactuar con algunos animales. No era perfectamente accesible, pero con un poquito de ayuda pudimos hacer todo el recorrido.


También dimos una vuelta por el centro de la ciudad, disfrutando de sus calles, sus vecinos y sus enotecas.
Y cómo no, para despedirnos, hicimos una última cata en la “vinoteca Par Terre”, así nos íbamos con un gusto especial al vino de la zona, para el viaje de vuelta.

Una magnífica experiencia de disfrute y de relax, visitando esta zona de Alemania.
Aaaaaahhh, se me olvidaba, no os podéis ir de allí, sin probar la GRUMBEERSUPP UN QUETSCHEKUCHE, una especie de sopa de patata acompañada de pastel de ciruelas, los FLAMMKUCHEN, una fina base de pizza con cebolla fresca, panceta y nata, y las salchichas, BRATWURST, si son de cerdo y RINDSWURST, si son de ternera, con bien de “CHUCRUT”, o berza fermentada, entre otras delicias de zona.





Y hasta aquí os puedo contar nuestro viaje, el resto lo tendréis que descubrir vosotros mismos.
Escrito por Kity
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Recuerda la primera parte del viaje en el siguiente enlace:
SAN MARTIN, UN PRECIOSO PUEBLO DE LA RUTA SUR DEL VINO DEL PALATINADO
¡Qué Buenos recuerdos, qué rica comida y qué bien lo pasamos!!! desde luego el jardín Klostermühle y el museu de Herxheim fueron de mis vissitas favoritas y en mi opinión, de las más accessibles para discapacidad visual.
Por cierto, espectacular el Riesling que nos dieron en la bodega Par Terre, para mí el mejor riesling de todo el viaje y mira que probamos unos cuantos! 😉 😉
Gracias Nuria! La verdad es que fue un viaje precioso y mjuy, muy sabroso.
Un abrazo rodante 🙂