22/31 Mayo 2019
Salimos del aeropuerto de Bilbao con huelga de trabajadores de las pasarelas al avión, pero gracias a la ayuda del personal PMR (mi agradecimiento por su labor) pudimos embarcar sin problemas y con la “batec” en bodega, montada entera.

Llegamos sin problema (bien por el personal de Volotea, que nos puso juntos al facturar) y nos estaba esperando el transfer adaptado hasta el hotel.
Ante la buena experiencia del hotel Ilunion en Madrid, repetimos el mismo en Fuengirola, y una vez más perfectamente adaptado.

Es de destacar la amabilidad del personal (la mayoría con distintas discapacidades).
Tuvimos la mala suerte de pinchar las dos ruedas de la silla y movieron todo para conseguir que nos la reparasen. Nos preguntaron si queríamos una silla más alta para la ducha y un elevador para el WC y nos lo trajeron al instante.
Siempre alquilo un andador al reservar el hotel. En este caso, se encargaron ellos de la gestión, repito, toda atención y amabilidad.
El hotel se encuentra situado en primera línea de playa, en la siguiente foto se puede ver la playa mientras desayunas.

Una vez desayunados, a rodar por la ciudad. Tienen un paseo marítimo que no se acaba nunca, magnifico, con servicios adaptados y con estatuas a lo largo del paseo.


En el paseo nos encontramos con el puerto deportivo, con tiendas restaurantes y todo tipo de actividades acuáticas.

Otra característica del paseo es que cada 300m te encuentras con un chiringuito. Magnifico invento, para reponer fuerzas y refrescarte.

El pueblo también tiene sus rincones típicos para callejear y autobús adaptado.

El hotel tenía una piscina adaptada, pero con el agua fría para mi gusto, así que pasé de bañarme, y con la pega de que a la tarde se ponía la sombra. Conclusión, pasamos de la piscina y a la playa.
La playa tiene una zona perfectamente adaptada. En la fecha que fuimos nosotros, solo tenían servicio los fines de semana, en temporada de verano está abierta todos los días.
La zona tiene, personal de ayuda al baño, suelo de madera para moverte con la silla, sombrillas y tumbonas con colchoneta gorda que me permitía poder levantarme perfectamente con ayuda. Con otro tipo de tumbonas lo que suelo hacer es poner dos tumbonas, una encima de otra, para que esté más alta y poder levantarme.
Entre semana, descubrimos que el chiringuito de enfrente del hotel tenía un número de tumbonas que estaban adaptadas como la zona que ya he comentado, porque en el hotel se alojaban muchos silleros.


Fue un gran descubrimiento, y a partir de ese momento nuestro gran paraíso de relax junto al hall del hotel.
A la vuelta, una vez más, Volotea tuvo un detalle. Al facturar, no nos pudieron poner juntos, pero al vernos la azafata que estábamos separados, lo arreglaron para volver juntos. Y para terminar bien el viaje, a pesar de la huelga nos dejaron bajar del avión por la pasarela.
A modo de resumen: Bien Volotea (primera vez que viajábamos con ellos), recomendable el hotel Ilunión Fuengirola (a 200m. está la estación de tren para ir a Málaga si quieres), paseo y playa magníficos y adaptados.
Escrito por Carlos Cerrón