Recientemente hemos estado en Port Aventura con un grupo de amigos y los peques para pasar un fin de semana.


Como ya os he dicho en algún otro post yo nunca fui de atracciones fuertes, tampoco cuando andaba. Ahora, desde que voy en silla de ruedas y soy padre voy bastante a parques de atracciones porque a mi hijo y a Izaskun les encanta montarse en todo tipo de «cachivaches» así que yo me dedico a disfrutar viéndolos, a tomar unas cañitas y a ver pasar a la gente.

Accesibilidad en el parque
En esta ocasión nos alojamos en un hotel del parque así que no os puedo decir cómo era la entrada desde el exterior y la zona de parking pero imagino que no habrá problema.

Pase preferente personas con discapacidad
Como suele ocurrir en otros parques, las personas con discapacidad superior al 33% tienen pase preferente y no necesitan hacer colas. Para tener este pase es necesario ir a la Oficina de atención a clientes con necesidades especiales para que te den la pulsera. Cada persona con discapacidad ( que siempre debe aportar el certificado con el grado de discapacidad) puede llevar consigo hasta 4 acompañantes.
También hay precios especiales para las personas con discapacidad. Con el 33% de discapacidad hay una tarifa reducida y a partir del 75% la entrada es gratuita.
Accesibilidad de las atracciones
Como suele ocurrir en todos los parques, al menos en los que yo he estado, ninguna de las atracciones está adaptada para personas con movilidad reducida. Es cierto que se puede llegar a través de itinerario accesible prácticamente a todas las atracciones pero no hay grúa ni personal que te ayude a acceder a ellas. Si puedes levantarte y acceder a la atracción por ti mismo o con la ayuda que te ofrezcan tus acompañantes perfecto pero sino es así no podrás acceder.

En mi caso, como os decía al principio, no tengo problema porque nunca me han gustado este tipo de atracciones. Fíjate que cuando andaba me mareaba hasta en la noria (jajajajaja). Pero si sois de los que os gustan las emociones fuertes y tenéis movilidad reducida es importante que sepáis que, aunque veáis que la atracción lleva el símbolo de la silla de ruedas e indique que es accesible, en realidad la accesibilidad llega hasta el mismo carrusel pero no para acceder a él.

Accesibilidad en los espectáculos

En cuanto a los espectáculos al aire libre, vimos unos cuantos y, en general, pese a que no había problemas para acceder con la silla, lo cierto es que en ninguno de ellos vimos zona reservada para PMR. En varios que preguntamos nos dijeron que no tenían espacio concreto para silla de ruedas y, aunque no tuve problemas para verlo, sí es cierto que me extrañó.

Sí me dio la sensación de improvisación y de no tener muy controlado el tema de atención a personas con discapacidad en el parque.

Moverte por el parque
En general, la movilidad por el parque es sencilla con silla de ruedas aunque hay algunos puntos con pendientes pronunciadas. Eso sí, como es un parque bastante grande puedes terminar agotado. En mi caso me llevé la handbike eléctrica y así estuve más libre y no me cansé tanto.

Si os movéis con silla eléctrica o scooter no hay problema pero si vais con silla manual haceos a la idea de que vais a terminar agotados.

Baños accesibles
A lo largo del parque hay baños y la mayoría tienen cabina reservada para personas con discapacidad. Algunos de ellos no están del todo bien porque les falta alguna barra o porque no tienen espacio de transferencia, pero otros sí están bien.


Dónde comer
En esta ocasión no comimos en ninguno de los restaurantes porque hacíamos desayuno fuerte y para mediodía nos llevábamos unos bocatas para no perder el tiempo.
De todos modos hay puestos de comida rápida por todo el parque, muchos de ellos con terraza, y los restaurantes tienen pinta de ser accesibles en su gran mayoría, así que sólo os queda elegir el tipo de comida que os gusta más.

Accesibilidad del hotel
Hay varios hoteles dentro del Port Aventura. Nosotros estuvimos en el hotel Gold River, que está en la zona del Far West.

En este enlace os dejo toda la información de accesibilidad del hotel.

Tiene varias habitaciones accesibles. En la que estuvimos nosotros es enorme. Tenía 2 camas de 150 cm y aún así había sitio por todos los lados.

El baño tenia barras a ambos lados del WC, la ducha estaba a cota cero y tenía barra de apoyo y asiento.


La verdad es que la habitación me resultó muy cómoda.
Todas las zonas comunes del hotel eran accesibles y el personal, especialmente el del restaurante, era súper amable. El primer día que nos vieron nos prepararon una mesa grande para todo el grupo que íbamos ( nada menos que 16 personas entre pequeños y mayores). Buscaron un lugar donde estuviéramos cómodos para que yo me pudiera mover sin problema con la silla y ya tuvieron en cuenta nuestras necesidades todos los días que estuvimos.

Además, el hotel tiene varias piscinas, todas ellas en itinerario accesible.

Y ¡¡¡¡¡ohhhh sorpresa!!!!! También tienen grúa. No me llevé bañador porque casi nunca encuentro hotel con piscina adaptada pero en esta ocasión la había. Además, en la zona de la piscina también había baños y duchas accesibles.


Si podéis, os recomiendo que os alojéis en alguno de los hoteles del parque porque al terminar el día, es súper cómodo darte un bañito relajante en la piscina y cenar tranquilamente sin tener que moverte de allí.

Además, los peques disfrutan de lo lindo por la noche ya que el entorno es espectacular. Los nuestros estuvieron «haciendo» su propia película de vaqueros y es que en realidad, daba la sensación de estar en un pueblo del lejano oeste.

Escrito por Kity