Con motivo de su cumpleaños le regalé a Pepa  un vuelo en  paratrike. El paratrike es una aeronave de una modalidad que combina parapente (planeador flexible) y paramotor (motor a explosión y una hélice) en un  trike (estructura con tres ruedas biplaza). Al descubrir este sistema me entusiasmé porque me pareció que sería posible volar también yo. Cuando contacté con RiojaVuela, Roberto me lo confirmó.( http:parapenteriojavuela.wix.com)

Asiento inferior adaptado para volar en Paratrike accesible.
Asiento inferior adaptado para volar en Paratrike accesible.

El día del solsticio de verano realizamos el vuelo. Salimos de un terreno llano en Clavijo a las siete de la mañana, pues nos contó el piloto que en las primeras y las últimas horas de sol es más fácil coger  las corrientes térmicas: columnas de aire caliente ascendentes.

Paratrike accesible.
Paratrike accesible.

Primero salió Roberto con Pepa y cuando volvieron monté yo. Pasé de mi silla al asiento inferior y una vez sentada me sujetaron los pies a la estructura así como las piernas. Simple y perfecto. La empresa se encarga de proveerte con una cámara de vídeo que portas como un  palo de selfi que luego va a una memoria USB  y… vídeo para la posteridad del “momento ave”.

Desde las alturas en Paratrike accesible.
Desde las alturas en Paratrike accesible.

Es maravilloso ver el mundo a vista de pájaro: Clavijo con su castillo y murallas, Trevijano en su collado, el valle del Leza en el Camero Viejo y su cañón con la carretera sinuosa que une los municipios de Leza y Soto, las ruinas del monasterio cisterciense de San Prudencio y la ermita de Santiago en Monte Laturce, la sierra de Cameros. Todo esto pespunteado de bosques de encinas, pinos y robles, bancales variados y en la zona cercana al despegue también vides. Respecto a la fauna, vi vacas y caballos minúsculos  así como algunas rapaces.

Volando en Paratrike adaptado.
Volando en Paratrike adaptado.

El vuelo es pausado y no se alcanza excesiva altura. Roberto planeó, hizo rasantes y al final unas leves espirales. Fue emocionante. Cada vuelo ocupó unos treinta minutos. A las nueve y media estábamos de regreso en casa, yo un poco decepcionada porque mis expectativas no se cumplieron; pensaba que iba a ver Logroño desde el cielo así como los meandros del Ebro en El Cortijo, pero ese era otro vuelo, digamos que el  urbano. No hubo buena comunicación cuando lo contraté , no entendí que había que optar  ( vuelo urbano  o campestre) y lo esperaba todo.

Escrito por Ana.

Podéis seguir sus rodadas AQUI

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