¿Te apetece un salida diferente?
Este fin de semana pasado hemos estado en Lacturale con el peque y unos amigos, para ver de dónde viene la leche que bebemos y cómo viven las vacas felices 😊.
Lacturale es una S.A.T. (Sociedad Anónima de transformación) de pequeños ganaderos de Navarra, para que todos nos entendamos, una pequeña cooperativa ganaderos, que se han unido para producir leche de una manera lo más sostenible posible y dando valor al producto local.

Una de estas granjas, la más grande, se encuentra en Etxeberri, Navarra, a pocos kilómetros de Pamplona y es la que está preparada para recibir visitas.
¿EN QUÉ CONSISTE LA VISITA A LACTURALE?
Nada más llegar una ganadera nos estaba esperando para decirnos que un regalo nos estaba esperando. ¡¡¡Qué ilusión!!!!

Cada uno de nosotros eligió una caja de leche para llevarse a casa. Hay leche entera, desnatada, semi desnatada, sin lactosa… Vamos, para todos los gustos.

La reserva cuesta 2€ por persona, una pequeñísima cantidad comparada con buen rato que pasas y los presentes que te llevas.
La accesibilidad de la visita no es completa, pero se puede realizar gran parte del recorrido con silla de ruedas.
Cuando llegamos, mientras se juntaba todo el grupo, nos enseñaron todos los productos que hacían en Lacturale, leche, yogures, queso, helado y lo último, croquetas.

Para iniciar la visita a las naves donde se encuentran las vacas, bajamos por una rampa con mucha pendiente. Yo no me atreví y como alternativa, me ofrecieron bajar por la carretera, que tenía menos pendiente y estaba mejor el firme. Bien es cierto que había poco tráfico.


Ya en la naves, vimos las vacas de distintas edades, desde terneros hasta vacas adultas de producción y nos enseñaron como las cuidaban, cómo las limpiaban, lo que comían y hasta cómo recibían los masajes, jajajajaja. Vamos todo un lujo, no me extraña que digan que son vacas felices 😊.

Su filosofía consiste en la producción integrada y de calidad, es decir, ellos controlan todas las fases de la producción, desde la alimentación de las vacas, la salud de las mismas, la gestión de los residuos, la energía que consumen y hasta que la leche llega a nuestros frigoríficos.
Todo con la máxima calidad y cuidado, teniendo en cuenta a todos los que intervienen en la cadena, principalmente a los ganaderos. Asegurándose así que tengan un precio justo por su trabajo y nosotros tengamos la mejor leche, de la mejor calidad posible.
También vimos como las ordeñan de manera completamente automática (esta parte no es accesible en silla de ruedas) y las tienen controladas en todo momento con chips, para asegurarse su bienestar.

De vuelta al punto de partida, nos pusieron un video explicativo de la filosofía de Lacturale (el lugar no es accesible, pero se puede ver desde el exterior de la puerta, a distancia).
Para acabar la visita y dejarnos todavía con mejor gusto de boca, nos obsequiaron con la degustación del yogur fabricado por ellos. Muy bueno por cierto.

Fue una visita que la disfrutamos mucho, pero que a los peques les encantó.

Por cierto, tienen baño adaptado con barras. No cumple con las dimensiones mínimas de accesibilidad, pero está bastante práctico.
Si quieres saber más sobre las condiciones de de Lacturale pincha en el enlace: Accesibilidad en Lacturale

PARA COMER
Salimos de la visita sobre las 14:30 y aunque habíamos probado los yogures, había que comer, que uno tiene esa mala costumbre y en fin de semana relajado más, jajajaja.
De allí nos acercamos al Santuario de San Miguel de Aralar (a unos 20 km. de distancia), nos habían hablado bien de la cafetería restaurante que hay allí.

Razón tenían, comimos muy bien a menú, pero si queréis ir de raciones o bocatas, también lo hacen fenomenal.
El restaurante es accesible y tiene baño adaptado, todo un punto a favor.

EL SANTUARIO
Junto al restaurante, se encuentra el Santuario, imponente sobre la montaña.

Es un conjunto románico del siglo XII y en su interior alberga un bellísimo frontal de esmaltes, obra maestra de la orfebrería europea de este mismo siglo.
El señor que estaba custodiando el Santuario nos contó la leyenda de Teodosio de Goñi y su relación con el templo. Nuestros hijos se quedaron con la boca abierta escuchándolo.


Para acceder al Santuario existe un camino de gravilla suelta y hierba con pendiente un poco pronunciada. Una vez en la puerta, se puede acceder sin problema y existen rampas en el interior que facilitan la visita a todo el templo. Puedes ver la accesibilidad completa del Santuario de San Miguel de Aralar en el enlace.


Para acabar el día, salimos al exterior y disfrutamos de las vistas y la puesta de sol.
Así acaba un día perfecto entre amigos y lugares con mucho encanto.

Post escrito por Kity.