En España se come bien en todos los lugares, pero su diversidad es tal que existen unas grandes diferencias de un extremo a otro de la península, por no hablar de las islas….
Lo del norte de España y la comida, es algo fuera de lo normal. Aquí existe un verdadero culto a la comida, todo se celebra “entorno a una perola”, ya sean celebraciones familiares, de amigos o reuniones de negocios. Si no, se celebra que es la temporada de algún alimento en particular y ¡a comer todos otra vez!. Es un no parar, “pero que bueno……”
Como no, en Cantabria no podía ser menos y se come de maravilla. La variedad de sus productos, de interior y de su costa, con su gran tradición marinera, aportan una rica cantidad y variedad de platos que si se está en esta tierra, no se debe dejar pasar la oportunidad de probar.
Especial mención merece el Restaurante Solana, de Ampuero, que con Nacho Solana al frente ha sido galardonado con una estrella Michelín.

Lo cierto es que con toda justicia, ya que la presentación de sus platos y lo bien cocinados, son una maravilla.

De lo que probamos en la visita, destacar la “esfera de foie caramelizada con gel de avellanas”, los “bocartes rebozados” y unos pimientos rojos asados con un toque muy especial de la casa. Todo esto aderezado con un vino blanco de la tierra “Ribera del Asón”, que por cierto estaba muy rico, un Rioja crianza que siempre es asegurado y un orujo de Liébana para culminar una excelente comida.

Si todo esto lo unes con un entorno espectacular y unas vistas impresionantes desde el mirador existente enfrente del Restaurante, dan como resultado una comida perfecta.

El Restaurante Solana, dispone de acceso y baño adaptado para personas con discapacidad, así como mesas con altura suficiente para que un sillero pueda disfrutar de la comida con toda comodidad.

También se puede disfrutar de un paseo por Castro Urdiales a base de pinchos, rabas, txacolí y demás maravillas gastronómicas, yendo de chiquiteo por la zona del ayuntamiento, el mesón Marinero y calles cercanas, eso sí, aprovechando las terrazas existentes, ya que el acceso a muchos de estos bares es complicado.

Hablando de pinchos y cocina en miniatura, en el restaurante Chiqui del hotel del mismo nombre, disfrutamos de un menú a base de cocina en miniatura, fuera de serie, con una presentación espectacular. Nos comimos un “Emparedado de Bonito, Cebolla Morada, Foie, Salsa Agridulce, Tomate Confitado y Almendra Tostada”, entre otras exquisiteces, que se iba del mundo.

¡Madre mía lo que me gusta comer y lo que disfruto….!
¿Habéis participado alguna vez en un showcooking?
Nosotros lo hicimos por primera vez en Santander en Restaurante Deluz. Una de sus maestras cocineras, Isabel Coterón, nos enseñó a cocinar unos rollitos de verduras con pato, un risotto de setas y a preparar unas anchoas de Santoña en salazón, que luego dimos cuenta de ellas junto a unos vinos que nos enseñaron a catar.

Voy a ser modesto, “no se me dio tan mal esto de la cocina”, es más, espero darle más de una sorpresa a mi pareja con ese risotto que no enseñaron a guisar….

Esta actividad se puede realizar por encargo siempre que deseéis, el sitio es accesible y dispone de baño adaptado.
Por último, resaltar el menú que nos dieron en el restaurante del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. La cantidad, la calidad y la presentación, estaban a la altura de los mejores restaurantes. ¡Estaba todo buenísimo!

Resaltar unas “anchoas del Cantábrico sobre pimiento de cristal rojo, con queso de la zona y aceite de aliva” ¡EXPECTACULARES”
¡¡¡Es que las anchoas me vuelven loooooco!!!
Una recomendación, no os vayáis de Cantabria sin probar sus anchoas, el cocido montañés y el orujo de Liébana. Es pecado de tan bueno……
Escrito por Kity.
Podéis seguir sus rodadas en facebook o en twitter
Os falta una visita por el Restaurante de Pepita en Noja!!
Anotado queda para la siguiente visita a Cantabria. Un abrazo rodante!
Te falta poner cual era el precio de los restaurantes, imagínate, que pido una comida tan rica como la vuestra, y al final no puedo pagarla, pues eso, lo que se hacía antes ¡a fregar los platos del restaurante! , pero resulta que el fregadero no está adaptado……
Hola, realmente da mucho gusto leer sobre estas experiencias, los felicito, yo me manejo en scooter eléctrico y he viajado sola a muchos lugares de Europa, América latina, Estados Unidos, el Caribe y Australia, viajar sola es también una experiencia bien impactante, yo les sugeriría que fueran a Australia, en Sydney están las calles bien adaptadas, yo estuve en el mes de marzo allí, también hay un interesante zoológico, accesible para silleros .
Producto de mis viajes hice una página internet que les puede interesar http://www.rutaaccesible.com
Atte
Josefina
Que maravilla de gastronomía, como en nuestra tierra no se come en ningún sitio : )