Decidí alargar el verano y me tomé un respiro antes del otoño. A través de Travel Xperience me organicé un viaje a Fuerteventura de cuatro días. Esta es mi experiencia.

El 17 de septiembre cogí un tren desde Logroño, la asistencia de ADIF-Logroño una maravilla, la estación está muy bien excepto que en el aseo adaptado no hay pestillo, para algunas cosas la intimidad se valora.

Imagen de tren apeado en Logroño.

En Bilbao un lujo con la asistencia de ADIF.

Hice noche en el Hotel  Holiday Inn Bilbao. Cumple su función de alojamiento de tránsito. La habitación bien adaptada, un plus son el colchón con diferentes durezas y la kettle para calentar el agua.

Lamentablemente, el transfer gratuito hacia el aeropuerto no está adaptado para sillas, pero si llevas muletas sin problemas.

Ya en el aeropuerto un diez a la asistencia de AENA-Bilbao, aunque reconozco que el baño necesitaría una pequeña renovación. Lo bueno de viajar de día es que tienes unas vistas preciosas.

Imagen desde ventanilla de avión.

La llegada a Fuerteventura fue excelente una vez más por la eficacia del personal AENA.

Me alojaba en Corralejo, a una media hora en coche desde el aeropuerto.

Imagen de las letronas de Corralejo en el muelle.

El hotel Surfing Colors está muy bien adaptado, plaza de aparcamiento adaptado con rampa, en la recepción un baño adaptado, la habitación también lo está.

Imagen del interior de la habitación, dos camas juntas.

Imagen de la zona de la ducha, a cota cero y con silla de ducha.

Imagen del interior del baño. Inodoro con barras de apoyo abatibles en los dos lados.

A pesar de que la piscina no, la ubicación en la planta baja (poca intimidad), la ausencia de aire acondicionado y los inevitables bichitos, recomiendo este hotel por la amabilidad del personal, la situación y las actividades que ofrece.

Después de acomodarme recorrí Corralejo. Es precioso y muy accesible, muy llano.

Imagen de una escultura de mujer que sostiene un pescado.

Hay sitios para comer en la Calle de la Iglesia, como son terrazas se puede acceder con silla, la mayoría cuenta con baño adaptado.

Quería ver la isla. Son muy pocas las actividades que se pueden hacer si eres sillero, es un problema porque te obliga a disponer de vehículo privado, aunque sí que admiten sillitas de niño. Me apunté a la visita guiada que menos tenía que caminar y usé mi muleta, aunque no pude ver todo. Me hice una idea de la isla y es preciosa, llena de colores.

Descubrí datos interesantes como que se rodaron películas tales como Marte, Wonder Woman o Han Solo.

El pueblo Betancuria es bonito, está lleno de cuestas y conviene aparcar abajo por comodidad y porque hay dos plazas de aparcamiento adaptado. Casi todo se puede ver en silla excepto alguna cosa como las cuevas de Ajuy, por cierto en el pueblo no están adaptados los baños.

Otros imprescindibles son la playa Pop Corn y Los Lobos. El acceso a ambos no es muy bueno, y con silla imposible me atrevería a decir.

Con Fuerte Tribu Surf Club es una escuela de surfing es posible surfear. Tiene clases de surf adaptado y fue una experiencia maravillosa por lo divertido y por lo bien que te hacen sentir, a tope de autoestima.

Imagen de pegatina Fuerte Tribu club de surfEl acceso a las playas, en general, es regular, sin embargo, ellos lo hicieron posible.

Con toda la calma que te regala la isla regresé con las pilas cargadas. Un destino recomendable.

Post escrito por Raquel.

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