Siempre hay un viaje soñado y el nuestro era ir a Noruega a ver auroras boreales. Llevábamos muchos años deseando hacer este viaje pero nunca era el momento hasta que hace unos meses nuestro amigo Rodrigo Moreno nos comentó que desde Travel Xperience iban a organizar un viaje grupal a Tromso para ver auroras.

No lo dudamos ni un minuto. Era el viaje de nuestras vidas y más de 16 años después volveríamos a participar en un viaje organizado con más viajeros en el que no nos tuviéramos que preocupar por nada, como antes de la lesión.

Os adelanto que tan bonito fue el viaje por todo lo que vimos como por lo que vivimos y las experiencias que compartimos con el grupo de sillerxs. Éramos un grupo de 22 personas y 11 íbamos con silla de ruedas o scooters.

¡¡¡Imaginaos la intendencia!!!!

Pues fue una pasada.

EL VIAJE

Una parte del grupo volábamos desde Madrid y otra lo hacían desde Barcelona. Nos unimos en Londres y desde allí todos juntos hasta Tromso.

El viaje fue largo, prácticamente un día porque tuvimos que estar un tiempo en el aeropuerto de Londres, pero la verdad es que fue muy llevadero porque aprovechamos los vuelos y el rato del aeropuerto para empezar a conocernos.

TRANSPORTE

Cuando llegamos al aeropuerto de Tromso nos estaban esperando varias furgonetas adaptadas para acercarnos hasta nuestro hotel. Nos impresionó que una ciudad tan pequeña tuviera esa oferta de transporte adaptado La mayoría de los chóferes eran súper majos, aunque la verdad es que a veces, estaban un poco sobrepasados por tener que llevar tanta silla de ruedas (probablemente nunca les había tocado un grupo tan grande).

ALOJAMIENTO

Nos alojamos en el hotel Scandic Tromso. Un hotel con forma de barco ubicado frente al mar con unas preciosas vistas desde prácticamente cualquier punto del hotel.

Había varias habitaciones adaptadas de diferentes modelos. La nuestra era preciosa. Una de las paredes en forma redonda era completamente acristalada y daba al mar y al fondo se veía la montaña. Desde la cama se podían observar los barcos atracando y disfrutar de panorámicas espectaculares.

Era muy amplia y me pude mover cómodamente.

El baño también me resultó muy cómodo. Os dejo fotos para que os hagáis una idea y en este ENLACE podréis ver las condiciones de accesibilidad.

QUÉ HACER EN 4 DÍAS

POBLADO SAMI

Una de las cosas que nosotros hicimos y que recomendamos, es visitar un poblado sami. Es increíble dar de comer a una manada de más de 300 renos en un entorno increíble con una nevada de postal. A nuestra llegada nos estaba esperando una chica del poblado, vestida con el atuendo típico, para darnos la bienvenida.

El poblado tiene varias tiendas de campaña y en su interior han acondicionado una especie de comedores con una gran hoguera en el centro que utilizan para cocina guisos típicos hechos con carne de reno.

Si os gusta la carne de casa este guiso os encantará. Si no, también podéis comer un caldo típico hecho con verduras.

Después de comer nos dieron un paseo en trineo por la nieve con los renos. Nuestro pequeño Fran disfrutó como si no hubiera un mañana y nosotros más por verlo así de feliz.

La velada terminó con una explicación alrededor de una hoguera contándonos historias sobre los samis y con una canción típica que todo llegamos a entonar a coro.

Definitivamente, es una experiencia que tenéis que vivir.

TELEFÉRICO

Otra de las excursiones que os recomendamos es en el teleférico de Tromso para admirar las impresionantes vistas de la ciudad y si tenéis suerte disfrutar de auroras boreales. Podéis llegar allí en autobús urbano, aunque después tendréis que subir una empinadísima cuesta hasta la entrada a la cabina en la que sí o sí vais a necesitar ayuda, pero realmente merece la pena. El teleférico es accesible y podréis salir a la terraza que tienen a cota cero.

A LA CAZA DE AURORAS

Travel Xperience había organizado dos salidas nocturnas al campo para ver auroras. Nos llevaron a dos lugares diferentes. El primer día estuvimos en un lago y nada más llegar pudimos verlas. Fue algo mágico que nunca olvidaremos. Duraron unos 45 minutos y nos dio tiempo de verlas y fotografiarlas sin problemas.

El segundo día no tuvimos tanta suerte, pero la experiencia también fue muy chula porque vimos muchísimas estrellas fugaces alrededor de la hoguera que nos hicieron mientras tomábamos chocolate caliente y galletas. Ese día, de regreso al hotel, una de las furgonetas íbamos algo más lentos y en medio del viaje nos apareció otra aurora. El chofer paró para que la pudiéramos ver y, aunque fue más corta que la del día anterior, fue más intensa y bonita aún si cabe.

AVISTAMIENTO DE BALLENAS

Uno de los días, parte del grupo salió en un barco para ver ballenas. Nosotros no hicimos esa excursión porque yo me mareo rápidamente y el viaje duraba unas 8 horas y nos pareció mucho para Fran. Los compis que fueron pudieron verlas y comentaron que el barco estaba súper bien adaptado, incluso con baño para silleros.

PASEAR POR TROMSO

Tromso es una ciudad pequeña (unos 80.000 habitantes) pero su centro histórico es muy chiquitín y acogedor. Casitas de madera decoradas con luces y sus calles nevadas hacen de esta ciudad una postal de navidad. LA gran mayoría de los establecimientos, bares, tiendas y restaurantes zona accesibles con silla de ruedas y muchos de ellos tienen aseo adaptado.

Yo fui con silla manual y en general me manejé bien aunque en ocasiones necesité que me ayudaran un poco. Quienes fueron con silla eléctrica fueron autónomos casi todo el tiempo. Aunque las calles están nevadas y hay placas de hielo, echan una especie de tierra en el suelo que hace que agarren bastante bien las ruedas y no tengamos problemas para rodar.

Si os gustan los acuarios, podéis acercaos al que tienen allí. Más que un acuario convencional, es una especie de centro de recuperación de especies marinas en el que podréis ver animales muy curiosos y un espectáculo con focas y leones marinos en recuperación.

No nos dio tiempo de visitar ninguno de sus museos pero parecía que todos fueran accesibles.

LA CLIMATOLOGÍA

Teníamos mucho miedo por el frío pero la verdad es que no es para tanto si llevas ropa térmica y ropa de nieve. Como truco os comento que a nosotros nos funcionaron bien unas placas que desprenden calor al colocarlas en pies, manos o en cualquier otra parte del cuerpo. Yo las compré en Decathlon y nos funcionaron genial. Eso sí, ponedlas antes de que tengáis frío porque si no tardarán en hacer efecto.

Algo que no deja de sorprender es las pocas horas de luz que tienen. En diciembre poco más de 2 horas al día y tened en cuenta que durante ese tiempo la luz es como cuando aquí anochece. Es curioso y a veces puede  despistarte porque no tienes claro qué hora del día es.

Hace un año un post de Ken, un sillero viajero y colaborador del blog, nos animó más aún para hacer este precioso viaje. Espero que este os sirva también a vosotros para descubrir este precioso destino. Si os tenéis alguna pregunta aquí me tenéis para lo que necesitéis.

Post escrito por Kity

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