Todo el mundo dice que El Camino de Santiago es una experiencia que se debería vivir al menos una vez en la vida pero, he de ser sincero y en mi caso, nunca me sedujo especialmente porque siempre consideré que entraña mucho riesgo y sacrificio.
Hace un tiempo nos propusieron colaborar en un proyecto con Scape Travel, una agencia especializada en organizar viajes autoguiados. Nunca había oído de esta forma de viajar y la verdad es que me picó la curiosidad. Para quienes como yo, no sepáis de qué va esto, os adelanto que es un auténtico puntazo y que engancha y mucho. Voy a tratar de explicarlo aunque hay que vivirlo para entenderlo.

Básicamente se trata de viajar de forma itinerante, un día aquí, otro día allí y así consecutivamente a lo largo de varios días en una ruta que previamente ha sido estudiada palmo a palmo por una agencia. La forma de moverte no es otra que andando o en bicicleta.

La agencia te organiza absolutamente todo, no sólo el alojamiento sino que cada día recogen tu equipaje donde has dormido y te lo llevan al siguiente punto donde vas a pernoctar, así puedes hacer tu ruta cómodamente con lo estrictamente necesario.

Además, te dan un manual escrito y te envían unos tracks al móvil con la ruta que debes hacer cada día para que sepas en todo momento el recorrido que debes hacer, incluyendo sugerencias para parar durante la etapa para hacer fotos, visitar recursos turísticos, restaurantes o bares de especial interés para “repostar”,…

Hasta ahora, Scape Travel organizaba este tipo de rutas por todo el mundo pero sus clientes eran únicamente personas sin discapacidad hasta que se dieron cuenta de que también sería factible ofrecer esta forma de viajar a personas con movilidad reducida o personas con problemas de visión.

Así pues, tuvieron que formarse para conocer las necesidades que tenemos las personas con discapacidad y se pusieron manos a la obra para buscar alojamientos accesibles, bares y restaurantes con baños adaptados, itinerarios que fueran más cómodos para silleros,…

Este ha sido el primer paquete que organizan pero sinceramente, espero que no sea el último porque esta forma de viajar me ha cautivado. Es una sensación única esa de viajar por tu cuenta con tu pareja, amigos o familia, viviendo una aventura pero sabiendo que “todo está bajo control”. En este viaje contamos también con la compañía de Luis Casado un gran amigo y compañero de alguno de nuestros viajes, que nos enseña a ver la vida de otra manera ya que es ciego. Le acompañaba May, su hermano que tiene baja visión. Ellos también testaron la experiencia desde su perspectiva y la conclusión fue la misma, una experiencia preciosa que todo el mundo debería vivir.

Una vez que desde Scape travel, tuvieron estudiado y trabajado el paquete nos llamaron para que fuéramos sus “conejitos de Indias” y testáramos la experiencia como viajeros con discapacidad. El objetivo era ver qué experiencia tendría este tipo de clientes al vivir el Camino de Santiago y detectar aquellos puntos que se les hubieran podido escapar. Así pues el proyecto nos pareció sugerente, diferente y atrevido así que nos animamos a hacerlo, aunque teníamos algo de miedo, he de reconocerlo.

A lo largo de los días fuimos haciendo el itinerario sugerido y durmiendo en los alojamientos seleccionados. Es importante recalcar que hay veces en las que los alojamientos no son todo lo accesibles que quisiéramos pero eran lo más accesible que hay. Por nuestra parte, a todos ellos les sugerimos las mejoras que deberían hacer, fundamentalmente asientos en ducha y alguna barra de transferencia. Muchos de ellos eran receptivos a nuestros consejos, confiamos en que los sigan… En cualquier caso, Scape Travel tiene información muy detallada de las condiciones de accesibilidad de todos los alojamientos que hay en estas etapas, para que nadie se lleve una sorpresa antes de llegar y cada uno pueda decidir si el alojamiento será lo que necesita o no.

Desde el inicio nos indicaron que el Camino no era accesible como pueden ser otras rutas. Hay momentos en los que el pavimento es irregular y encontramos zonas con pendiente pronunciada. Por eso, indican que en el caso de personas con discapacidad física, es IMPRESCINDIBLE que el viajero sillero vaya acompañado por una persona de apoyo que pueda ayudarle cuando sea necesario. Mi compañera, como siempre fue Izaskun, que en esta ocasión hizo el viaje en bicicleta y disfrutó como una niña. También nos indicaron que era NECESARIO hacer la ruta con handbike eléctrica o mixta y ruedas all road.

Nosotros hicimos la ruta con mi batec eléctrica y en general lo pude hacer casi al 100% sin ayuda. Excepto algún punto concreto en que Izaskun estuvo sujetándome, más por precaución que por necesidad. Las etapas eran de entre 16 y 28 kilómetros diarios. Los días que eran más cortas era porque el pavimento era más irregular y así se evita que nuestras espaldas terminen cansadas. Nos llevamos batería extra por si acaso pero sólo la necesitamos un día. Tened en cuenta que aunque las baterías se supone que pueden aguantar 30 o 40 km, esas medias no tienen en cuenta el peso del usuario, la velocidad, el pavimento y las pendientes. De todos modos, aunque fuimos previsores y nos llevamos batería extra, llevando el cargador encima, hubiéramos podido recargar baterías en las paradas que íbamos haciendo por el camino.

A lo largo de los días fuimos viviendo la experiencia como unos peregrinos más, conociendo a gente de todas las partes del mundo, viendo cómo variaba el territorio a medida que avanzábamos, descubriendo ermitas, museos, pueblos y desgastando una riquísima gastronomía, allí por donde pasábamos. Constantemente teníamos que parar porque no podíamos evitar hacer fotos de rincones y estampas que nos dejaban impresionados. Pero en el fondo esa es nuestra motivación del Camino, la de disfrutarlo. Hay quien lo hace por motivos religiosos, por una promesa, por un reto… nosotros añadimos otro más, el de vivir y disfrutar de la experiencia del Camino.


He de decir que este paquete está pensado para hacerse desde Burgos a León durante 7-9 etapas. Excepto dos días donde necesitamos transporte adaptado para empezar la ruta, el resto de días salíamos del alojamiento donde pasábamos la noche con el batec y la bici y a rodar hasta la siguiente parada. De momento, no existe la posibilidad de hacer todo el Camino de Santiago de forma autoguiado aunque desde Scape Travel ya tienen casi terminado el estudio de otro paquete que entrará en Galicia y llevará a Santiago. Este segundo paquete ya nos adelantan que será algo más complejo y será necesario contar con servicio de transfer en varias ocasiones porque la orografía del territorio es compleja. Esperamos con ansia que llegue el momento de testarlo porque según nos íbamos para casa nos dimos cuenta de que ya teníamos “morriña” del Camino.
Post escrito por Kity.
Podéis seguir sus rodadas en FACEBOOK, TWITTER, YOUTUBE e INSTAGRAM.
Hola, me gusta como lo habéis planteado, el camino de Santiago en silla de ruedas, yo ya lo hice saliendo de Oviedo a León y de allí etapa a etapa a Santiago. Con mi silla eléctrica . Gracias por pensar en nosotr@s .
Hola Gema, muchas gracias por tus comentarios. El camino de Santiago tiene muchas maneras de hacerlo, y esta nos pareció que era una buena opción para disfrutarlo. Nos alegra que te guste.
De todas formas, te animo a que compartas con nosotros tu experiencia en el camino, así seguro que les sirve a mucha más gente. Así también lo vemos desde distintos puntos de vista y distintos recorridos. Un abrazo rodante.
Jo que envidia. Es una asignatura que tengo pendiente. Ojalá algun día pueda darme el gustazo de recorrer aquellas tierras. Gracias por la web. Lo malo es que se me antojan todos los viajes je je. Un saludo.