“Una ciudad de cuento hecha realidad”, esta es la sensación que me invade paseando por Brujas. Nada más recordarlo, ya tengo la sonrisa de felicidad en la cara
La verdad, es que han sido unos días especialmente placenteros, ya que el destino bien lo merecía en todos los sentidos.
El origen del nombre de la ciudad, es bien distinto a su significado en castellano, ya que en flamenco Brujas significa puentes. Esto es debido a la gran cantidad de puentes existentes en la ciudad, ya que por la gran cantidad de canales y su belleza, es conocida como “la Venecia del norte”. En sus tiempos (siglo XI) fue puerto de mar, pero la sedimentación hizo que el mar fuese retrocediendo y la ciudad se alejase del mismo.
La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es tan bonita como complicada en silla de ruedas, así que es la ciudad ideal para recorrer en bici, handbike nuestro caso o silla de ruedas eléctrica. Las calles son todas adoquinadas y aunque no existen grandes pendientes, sí que resultan complicadas para ir sólo con la silla. A pesar de todo, aunque vayas bien equipado como yo, con mi handbike Batec eléctrico, te dará la sensación permanente de estar en una batidora, jajajajaja.

Nosotros estuvimos en la ciudad poco más de un día, en el que nos dio tiempo para recorrerla, pero no para disfrutarla a fondo. Esto lo digo porque la ciudad está llena de pequeños rincones donde parar, tomar algo en alguna de sus múltiples terrazas y disfrutar del lugar, ya que en toda la ciudad hay multitud de estampas o “lugares de foto” que paladear.

Nos alojamos en el Hotel Montanus, en el centro de la ciudad. El hotel tiene una habitación bastante bien adaptada, pero el acceso al hotel hay que hacerlo por un patio trasero (por donde se accede también a la habitación y al restaurante, todo a ras de calle), ya que la entrada principal tiene dos escalones. El hotel es muy chulo y muy cómodo.


Para recorrer Brujas, nos acompañó una guía de Visit Brujas, Anne, que nos enseñó divinamente los lugares principales de la ciudad, los rincones más bonitos y las chocolaterías más afamadas.

Porque si algo tenéis que probar en Brujas, son sus chocolates, con gran fama internacional y que se hace notar en la ciudad con gran cantidad de chocolaterías/bombonerías, que a los golosos como yo nos hacen ir babeando todo el día de escaparate en escaparate

También hay que degustar la cerveza de allí, ya que son grandes productores y tienen más de 250 tipos de cervezas distintas, a cual mejor…. Si es que con tan poco tiempo no hemos podido probarlas todas, aaaaggggggg!!!!!!!!
Brujas es una ciudad superturística y se ve gente de todos los lugares del mundo. Como cosa curiosa, comentaros que vimos una pedida de mano de unos mexicanos o centroamericanos, sobre un puente encima de los canales, con grupo de música clásica tocando y el tio de rodillas pidiendo la mano. Todo un espectáculo, jajajaja.


Brujas tiene multitud de edificios históricos y museos que ver, nosotros solo vimos dos, el museo de Bellas Artes de Brujas o museo Groeninge y el museo del encaje, donde pudimos ver a una señora con mas de 80 años practicando esta labor tradicional con bolillos.


Como todo no es historia, ni casco histórico de ciudad y aprovechando que la visita la hacíamos en bici o handbike, hicimos un recorrido de unos 6 km. al aire libre con Tom de Visit Flandes, (completamente accesibles ya que está todo asfaltado y es llano) hasta la población de Damme, un pequeño pueblito lleno de restaurantes. Durante el recorrido pudimos ver los molinos de Brujas, pasear junto a los canales, disfrutar las vistas del campo que rodean estas dos ciudades y abrir el apetito, aunque aquí no es necesario y os explico por qué: Se come muy, pero que muy bien.


Una de las grandes sorpresas que nos hemos llevado ha sido la comida. Habitualmente cuando viajas fuera de tu país es algo que sueles mirar mucho y lo comparas siempre. En este caso he de decir que tienen una gran y rica cocina, con muy buenos cocineros. Y como he disfrutado de ello, uuummmnnn.



Una curiosidad, aquí está el origen de las patatas fritas y podrás ver cantidad de puestos de venta de patatas por la calle.
A los belgas les gusta mucho comer en restaurantes, aunque la organización de los platos es diferente a España. Allí se come por costumbre un único plato con una gran ración, pero muy bien preparada, bien presentada y muy elaborada, aunque si se quiere también se puede comer como en España, 2 o mas platos.

Como muestra de ello, un par de restaurantes en los que comimos “La Bouffée” en Damme y “Kok au Vin” en Brujas. Este último dirigido magníficamente por su chef Jürgen Aerts, que salió a saludarnos y ver si habíamos comido bien.
Estos restaurantes son accesibles y tienen de baño adaptado, con lo que hacen que disfrutemos de ellos sin ninguna otra preocupación.

Para llegar a Brujas desde Bruselas, se puede hacer de una manera muy cómoda en tren, ya que existen conexiones frecuentes y no ofrece mayor problema que el de solicitar la asistencia con antelación, como en España. Aunque si se quiere también se puede usar el taxi adaptado. En este caso, existe una empresa que se llama Hendriks con varios vehículos adaptados para poder llevar a una o mas personas con discapacidad.
Si quieres visitar la ciudad durante al menos 48 horas puede que esta tarjeta os resulte interesante. Con ella se tiene acceso gratuito a más de 27 lugares en Brujas (museos, iglesias, visitas turísticas, transporte público, etc) y se obtienen interesantes descuentos en algunos servicios como alquiler de bicicletas y otras actividades.
Hay 2 tipos, el de 48 horas que tiene un coste de 47 € y el 72 horas que cuesta 53 € (al menos cuando estuvimos. Julio de 2016).
Con la tarjeta se incluye una práctica guía de la ciudad en castellano. Algo que para los hispano parlantes es muy útil.
Se activa la primera vez que se usa y a partir de ahí empieza a contar el tiempo.
Una vez visto todo esto ¿Qué me decís? Seguro que os apetece conocer esta preciosa ciudad. Yo ya estoy deseando volver.
Por último agradecer a Visit Flandes y Visit Brujas esta estancia tan chula que nos han hecho pasar y con la que hemos disfrutado tanto.
Escrito por Kity.
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