Hacía tiempo que nos habían invitado a visitar Barbastro pero siempre, por una cosa o por otra, lo íbamos aplazando. Por fin encontramos un hueco en nuestra agenda y en la agenda de nuestros amigos Diego y Ana.
Barbastro es un pueblo precioso. El centro está llano para ir en silla de ruedas pero hay otra parte del pueblo con cuestas.
El hotel.
Estuvimos alojados en el Gran Hotel Ciudad de Barbastro que está situado en la Plaza del Mercado, muy céntrico.

Encontramos una habitación muy bien adaptada, muy espaciosa para poder desplazarse por toda la habitación y armario con posibilidad de mover la barra y ponerla a una altura más baja.

El baño era correcto aunque si tuvieramos que decir algo, sería que la barra lateral derecha del wc fuera también abatible como la de la izquierda.

Y en la ducha, no iría mal una pequeña repisa para apoyar el jabón, esponja, etc.
La zona del desayuno. Nada que decir, todo estupendo.

Qué visitar.
El sábado nos encontramos un mercado de la fruta en la misma plaza. Y aprovechamos para comprar el tomate típico de la zona, el tomate rosa. ¡¡¡Buenísimo!!! Como otros productos.
Visitamos Alquézar un pueblo precioso pero poco accesible. Aunque Ana y Txell fueron a dar una vuelta, como podeis comprobar, el suelo no es nada cómodo para ir en silla de ruedas. Hay un mirador precioso. En los huecos de la roca se encuentran algunos nidos, así que también es fácil encontrar volando alguna ave rapaz.

Con el coche, nos fuimos a hacer una ruta hasta llegar al barranco Las Gargantas, recorrimos el P.N. de Ordesa y Monte Perdido. En el camino había tramos increíbles en los que la roca cubría la carretera. También visitamos el Parque de Guara con sus vistas preciosas. Paramos un rato a comer antes de visitar Ainsa.

Otro pueblo poco accesible pero muy bonito. Txell y Ana fueron a dar una vuelta y Joan y Diego se quedaron en la plaza, tomando algo. Para terminar el día vimos una preciosa puesta de sol llegando a Barbastro.

A la mañana siguiente dimos una vuelta por el centro de Barbastro, que está bastante adaptado. Joan con su silla y Diego con su quad.
Y a la hora de comer, Diego y Ana nos invitaron a su casa. Mirad qué ternasco nos cocinaron.

Y llegó la despedida. Nuestra vuelta a casa. Diego nos enseñó su pueblo, su lugar, los caminos por los que entrena con su handbike, y pudimos comprobar que hay mucha gente que le quiere.
Un saludo y hasta la próxima!!!
Escrito por Joan y Txell. Podéis seguir sus rodadas en http://travelinawheelchair.blogspot.com.es/